Creáse o no, cada vez más personas eligen estar solas y dependiendo de cómo se la experimente tenemos solterías más felices y otras más tristes. Veamos los tipos de soltería y sus características comunes:
Los convencidos: podemos decir que este grupo sería el más feliz, ya que eligió quedarse solo y está contento con su decisión. Los convencidos y convencidas son muy activos socialmente y dedican mucha energía que consume la familia y la pareja a su trabajo.
Los perfeccionistas exigentes: son los que se quedan solos porque dicen no encontrar una persona que esté a su altura o que comprenda el grado de realización personal y libertad al que aspiran.
Los que temen al compromiso: aquí se encuentra una variedad amplia, están quienes valoran más su libertad y la aventura, hasta aquellos que van de flor en flor, con una libertad sexual que no están dispuestos a dejar por una pareja estable.
Los autosuficientes: aquellos que disfrutan a pleno de una soledad ordenada y marcada por sus propias pautas. Ellos defienden casi religiosamente la necesidad de la soledad y huyen de cualquier persona que estorbe su orden preestablecido.
Los egocéntricos: los que piensan que la vida en pareja supone responsabilidades monetarias y materiales muy altas que no están dispuestos a asumir.
Los tímidos: aquellos a los que les cuesta mucho relacionarse con el sexo opuesto y prefieren la seguridad de la soledad para no exponerse al ridículo de no ser aceptados tal como son.
Los resignados: aquellos que han elegido la soledad luego de repetidos fracasos amorosos.
Los amargados: los que viven la soledad como una enfermedad que los acosa y no los deja ser felices. Estas personas generalmente tiene baja autoestima, lo que los lleva a pensar que la soltería es un mal injusto para sus vidas.
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